Cuidar el cuerpo y la mente es algo que cada vez preocupa a más personas. Una de las formas que existen para conseguirlo es realizar algunas prácticas deportivas que permiten lograr este objetivo (lo que actualmente se conoce como mindfulness). Un ejemplo es decidirse por yoga o pilates, que de formas diferentes llegan más o menos al mismo objetivo.
Si hay algo que es seguro cuando te decides por una u otra opción es que consigues alcanzar un bienestar físico y mental, lo que se traduce en una mejor manera de afrontar los retos que se suceden en el día a día. No son pocos los que confunden ambas prácticas, por ello te vamos a explicar las diferencias.
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Independientemente de decidirte por yoga o pilates, lo que es básico en ambas modalidades es que se intenta lograr un control de la mente sobre el cuerpo. De esta forma se puede obtener un estado de equilibrio avanzado mediante un entrenamiento que es suave y poco exigente; y por ello, con menos probabilidades de que se produzcan lesiones de importancia. Es importante mencionar que existen logros que son claves, como por ejemplo conseguir una alta flexibilidad como un control emocional y afectivo superior al que se tiene habitualmente.
Cabe señalar que aunque ambas disciplinas se pueden practicar en la comodidad del hogar, resulta de lo más recomendable asistir a clases. En ellas los monitores expertos enseñan el mejor camino posible a la hora de aprovechar al máximo el tiempo que dedicas; que, por suerte, no es necesario que sea mucho para disfrutar al máximo.
Teniendo en cuenta que el tipo de entrenamiento no tiene mucho que ver, sí que hay objetivos que son comunes y beneficiosos. Un ejemplo es que siempre se consigue conseguir posturas corporales que son beneficiosas para superar los esfuerzos diarios.
Una de las bases que hacen que este tipo de disciplinas sean parecidas es que trabajan de forma muy concreta tanto la flexibilidad como la movilidad. Esto hace que se tenga una gran mejora en el uso de las articulaciones. Y esto, evidentemente, es positivo en todo lo que tiene que ver con la salud. Por cierto, al contrario de lo que pueden creer muchos, practicar yoga o pilates no tiene una edad adecuada. Esto es así porque cualquiera puede comenzar desde cero debido a que se llega a lo que el cuerpo y mente permiten, sin excederse.
Otra de las cosas que es básica cuando se practican ambas opciones es que se presta una gran atención a todo lo que tiene que ver con el ejercicio y control de la mente. Se busca que potencialmente sea posible conseguir que se sepa vivir el ahora; y, mediante un ejercicio moderado, es posible incluso reeducar a las personas para lograrlo.
Por lo tanto, ambas prácticas deportivas siguen un entrenamiento bien gestionado y con una correcta ejecución de los ejercicios que se realizan. Además, tienen algo que les hace ser una gran posibilidad para mejorar la calidad de vida. Esto, en los tiempos que corren donde el estrés está a la orden del día, es muy importante valorarlo porque puede ser básico para ser mucho más feliz y evitar problemas de salud derivados.
Evidentemente, las hay y algunas de ellas son bastante importantes. Pero estas siempre están asociadas al camino a realizar para conseguir los objetivos comunes que tienen la práctica del yoga o pilates. Un claro ejemplo de lo que decimos es que en el segundo tipo de ejercicio es habitual necesitar accesorios de yoga que van más allá de una esterilla en el suelo. Por lo tanto, se puede disfrutar de algo más caro en el caso de intentar practicarlo en casa.
Otra de las cosas que es relevante tener en cuenta en lo referente al pilates es que se centra en un trabajo que tiene un claro objetivo de recuperación (esencialmente muscular). De esta forma, es una excelente posibilidad para los que han padecido lesiones de todo tipo. Esto es así porque consiguen de una forma poco agresiva mejorar de forma notable todo el proceso tanto en el ámbito mental como en el físico.
En lo que tiene que ver con el yoga, que es una de las disciplinas de relajación más utilizadas a nivel mundial, la base es fusionar cuerpo y mente para lograr el máximo equilibrio posible. Incluso, hay quien define a esta práctica como un método de masaje interno para lograr que el estrés sea el mínimo posible. Y, todo ello, con una mejora física, especialmente de todo lo que tiene que ver con la flexibilidad.
En definitiva, independientemente de que practiques yoga o pilates, lo que vas a conseguir es una mejora global de tu estado físico y mental. Y, por lo tanto, son dos opciones muy beneficiosas. Pese a tener diferencias que son notables, ambas son capaces de llegar a un punto en común: que todas las personas estén mejor. Si te interesa el mundo del deporte, te animamos a que leas nuestro artículo sobre las principales artes marciales. ¡Puede que hasta te animes a iniciarte en alguna!
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