La mayoría de la gente está familiarizada con la sensación de estar hinchado o de tener unos kilos de más de agua. Esta condición temporal es causada por la retención de líquidos, y hay muchos factores que pueden contribuir a ella, como los cambios hormonales, ciertos medicamentos y una dieta alta en sodio. Descubre en este artículo más sobre este problema que afecta sobre todo a las mujeres.
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¿Qué es la retención de líquidos?
La retención de líquidos, también conocida como edema, es un problema común que afecta a muchas personas, aunque las mujeres son más propensas a sufrirlo. Esto se debe a que tienen niveles más altos de estrógeno, que pueden hacer que el cuerpo retenga más líquido. Asimismo, las mujeres embarazadas son especialmente propensas a la retención de líquidos debido al aumento de la cantidad de sangre y líquido en sus cuerpos.
Las personas con sobrepeso o con antecedentes de obesidad también corren un mayor riesgo de retener líquidos, ya que el exceso de tejido graso puede interferir en la correcta circulación de los fluidos. Además, las personas con ciertas afecciones médicas, como enfermedades cardíacas, hepáticas y renales, también pueden tener cierta tendencia a sufrir retención de líquidos.
El edema se produce cuando el exceso de líquido queda atrapado en los tejidos del cuerpo. Esto puede causar hinchazón en los pies, los tobillos y las piernas. Aunque no suele ser motivo de preocupación, puede ser incómoda e inconveniente. Por suerte, hay algunos cambios en la dieta que pueden ayudar a prevenirla, pero sobre ello hablaremos más adelante.
Síntomas más frecuentes
Identificar los síntomas de la retención de líquidos es un primer paso importante para poder tratar y controlar esta afección con eficacia. Los síntomas más comunes son:
- Hinchazón o inflamación de las manos y los pies, así como de otras partes del cuerpo.
- Aumento de peso debido a la acumulación excesiva de agua.
- Dificultad para respirar (si el líquido se retiene en los pulmones).
- Rigidez en las articulaciones y aumento del dolor o las molestias con el movimiento.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante que consultes a tu médico para que te dé un diagnóstico y opciones de tratamiento.
Factores de riesgo
Asimismo, hay una serie de factores de riesgo que pueden aumentar tus posibilidades de desarrollar retención de líquidos, entre ellos:
- Mala circulación, que puede estar causada por afecciones como enfermedades cardíacas, diabetes o enfermedades renales.
- Embarazo o cambios hormonales, lo que puede causar retención de líquidos como parte natural de los procesos del cuerpo durante este tiempo.
- Ciertos medicamentos o suplementos, como los que contienen estrógenos o progesterona.
Por todo ello, lo mejor es consultar a los especialistas para detectar la causa del edema.
Cómo prevenir y controlar la retención de líquidos
Aunque el edema puede estar causado por los diferentes factores que hemos mencionado anteriormente, una de las causas más comunes es una mala alimentación. Para ayudar a prevenir la retención de líquidos, es importante evitar los alimentos con alto contenido en sal y grasa.
Los alimentos ricos en fibra, como la fruta y la verdura, también pueden ayudar a combatir este problema al favorecer la regularidad de los movimientos intestinales. Además, comer alimentos ricos en potasio, como los plátanos y las verduras de hoja verde, también puede ayudar a contrarrestar los efectos del sodio y promover la diuresis (el aumento de la producción de orina).
Por otro lado, llevar ropa holgada y elevar los pies cuando sea posible puede ayudar a reducir la hinchazón. Por último, se ha demostrado que el ejercicio moderado es una forma eficaz de reducir la retención de líquidos. Así que si te sientes hinchado e incómodo, intenta incorporar estos sencillos consejos a tu rutina diaria.
Además de los cambios en el estilo de vida, algunos medicamentos o suplementos pueden ayudar a reducir la retención de líquidos mejorando la circulación o eliminando el exceso de agua del cuerpo. No obstante, lo más recomendable es que consultes con tu médico antes de hacerlo.
La importancia de la alimentación y de la actividad física para mantenerse saludable
Desde No Te Lo Pierdas insistimos mucho en tener una alimentación saludable, así como en la práctica de ejercicio físico para mantenerse fuertes y sanos. De esta manera, evitaremos no solo pequeños problemas como la retención de líquidos, sino enfermedades más complicadas. Un estilo de vida saludable es posible incorporando pequeños cambios en nuestra rutina diaria. Si quieres conocer más ideas para conseguirlo, te animamos a que visites nuestra sección gastro, donde encontrarás diferentes artículos que podrán resultarte realmente útiles. ¡No te lo pierdas!