Los tocados tienen una larga y fascinante historia, pues se han utilizado para representar tanto el poder como la belleza a lo largo del tiempo. Los primeros ejemplos de este tipo de accesorio se remontan a la Edad Media, cuando las élites, como reyes y nobles, los llevaban como símbolos de autoridad o rango. Esta tendencia continuó en varias partes de Europa, siendo Francia especialmente influyente en la producción de tocados más intrincados durante el siglo XV. Hoy en día, los tocados siguen siendo populares en todo el mundo, tanto en ocasiones formales como informales, ¡desde bodas hasta festivales! En esta entrada del blog exploraremos cómo han evolucionado estos accesorios a través de las distintas culturas y épocas, prestando especial atención a sus múltiples significados a lo largo del tiempo.
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Los tocados: de Grecia a Roma
Los griegos y los romanos adornaban sus cabezas con todo tipo de tocados brillantes y hermosos, cuidadosamente elaborados para crear una poderosa impresión. Estaban muy decorados, normalmente con lana y muselina empapadas en aceite, así como con piezas metálicas como monedas, placas y tachuelas para darles brillo. Las mujeres romanas solían llevar el pelo con un estilo intrincado, tejiendo postizos con diseños elaborados y asegurándolos con peines.
En ocasiones ceremoniales, los ricos adornaban sus tocados con coronas de hiedra o piedras preciosas, mientras que los pobres preferían coronas de hojas o hilos caseros. Los hombres de la antigua Grecia solían llevar cascos como símbolo de poder y destreza militar. Tanto si formaban parte de un uniforme oficial como si eran una simple declaración de moda, los tocados fueron parte integrante de la cultura griega y romana durante milenios.
La importancia de los tocados en la Edad Media
La razón para llevar tocados en la Edad Media se orientaba fundamentalmente hacia el pudor. Esto significaba que los distintos tipos de tocados eran, según la clase social, bastante sencillos o muy elaborados. Por ejemplo, las mujeres de la nobleza llevaban sombreros especialmente lujosos y otros accesorios que mostraban su estatus privilegiado en la sociedad. En cambio, los plebeyos apenas podían permitirse artículos tan lujosos, por lo que optaban por sombreros más sencillos y diseños más simples.
Durante este periodo también se estableció una floreciente industria para satisfacer todas las necesidades de la gente de cualquier rango, que producía capuchas y gorros, así como diademas y guirnaldas sofisticadas. Es evidente, pues, que durante la Edad Media surgió una variada gama de tocados que no sólo distinguían a unas clases sociales de otras, sino que también marcaron una importante etapa en la moda femenina a lo largo de los siglos.
El estilo de las mujeres del siglo XX marcado por los tocados
A principios y mediados del siglo XX, los tocados solían ocupar un lugar destacado en la moda femenina. Utilizados a partir de los años XX tanto para expresar individualidad como para realzar un peinado, los tocados proporcionaban a las mujeres una forma única de expresarse. Desde los elaborados atuendos de noche con perlas y plumas hasta los deportivos para actividades al aire libre y los casuales pañuelos para la rutina diaria, estas piezas eran toda una declaración de intenciones en cualquier ocasión.
Los sombreros grandes de ala ancha protegían a las mujeres de los dañinos rayos UV, al mismo tiempo que transmitían elegancia. Aunque los tocados han cambiado drásticamente desde entonces, es fácil recordar con cariño esta época en la que eran parte integrante de la moda, con un lenguaje artístico propio que contaba historias con pocas palabras.
¿Cómo debe usarse este complemento hoy en día?
El uso de accesorios como los tocados ha ido ganando cada vez más atención y popularidad. Para utilizar un accesorio como éste, es importante tener en cuenta ciertas normas de etiqueta. En cuanto al tamaño, debe parecer proporcionado a la persona que lo lleva y no parecer demasiado grande o fuera de lugar. Para las mujeres de baja estatura, la alternativa sería un «tocado-apamelado», colocado verticalmente; nunca horizontalmente.
Según el protocolo, los tocados pueden utilizarse tanto para las bodas de día como para las nocturnas. Si es para la ceremonia diurna, debe ser de un tamaño mayor. Esto no sucede en una boda nocturna, en la que el tamaño debe ser menor. A la hora de elegir un vestido que combine con este accesorio, normalmente se recomiendan los vestidos más cortos. Sin embargo, si se utiliza en una boda de noche, ¡cualquier estilo servirá!
Las mejores y más clásicas tendencias de moda en No Te Lo Pierdas
Los tocados han sido parte integrante de muchas culturas a lo largo de la historia, desde la Edad Media hasta nuestros días. Cada cultura tenía su propio estilo y propósito para llevar un tocado. Es importante reconocer y respetar su significado, sabiendo que pueden tener otro diferente en cada cultura o contexto. En última instancia, un tocado puede verse como una expresión de identidad, ya esté relacionada con el patrimonio o con elecciones de moda. Desde descubrir las tendencias de diversas épocas hasta explorar rutinas de belleza, hay algo para todos los gustos en No Te Lo Pierdas.
