El sol es una gran fuente de energía natural, nos proporciona luz, calor y vitamina D, pero puede llegar a ser peligroso. Una exposición excesiva al sol puede provocar graves daños en la piel, los ojos y los órganos internos. Es por ello que es importante protegerse del sol, durante todo el año, no solo en el verano.
Conoce aquí por qué es necesario protegerse del sol y cómo hacerlo para disfrutar de los días soleados con seguridad.
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¿Cuáles son los peligros de una prolongada exposición al sol?
El sol es, sin duda, una de las mejores cosas que le ha pasado a nuestro planeta, es inclusive beneficioso para la salud. Pero, para poder disfrutar de sus beneficios, hay que saber protegerse del sol y tener cuidado con los niveles de exposición que recibimos.
Los peligros de una prolongada exposición al sol sin protección son bien conocidos. Incluyen las quemaduras solares, el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel, entre otros.
Pero hay un peligro menos evidente: la exposición prolongada a la luz ultravioleta puede causar daños que conducen al desarrollo de enfermedades cutáneas como la psoriasis, el vitíligo y el lupus.
Tips para protegerse del sol
Hoy en día existen múltiples opciones y maneras de proteger la piel del sol. Los tips que te damos a continuación incluyen desde la ropa hasta las gafas de sol para que puedas mantener tu piel a salvo y con un aspecto estupendo todos los días del año.
1.- Usar protector solar
El protector solar es la forma más importante y efectiva de protegerse del sol. Un error muy común es pensar que el uso del protector solar se limita únicamente a la playa o piscina.
Nada más lejos de la realidad. El uso de la protección solar es recomendado en cualquier lugar que te encuentres, donde estés expuesto a una prolongada exposición al sol.
Para aplicar el protector solar correctamente ten en cuenta:
- Emplear un protector solar natural con protección 50+
- Aplica el protector solar al menos 30 minutos antes de salir al exterior.
- Procura aplicarlo en todas las zonas expuestas de tu cuerpo, incluida la nuca, la cara, las orejas, las manos y los pies.
- No olvidar aplicarlo en intervalos máximos de cada 2 horas.
2.- Ponte ropa adecuada cuando salgas al exterior
No importa a donde vayas: playa, piscina, montaña o de compras. Si vas a estar al aire libre, protege tu piel. Usa ropa fresca, pero que cubra tu piel la mayor parte de tu piel. Ponte una camisa de manga larga, pantalones y un sombrero de ala ancha para bloquear el sol.
Por el calor no te preocupes, existe una gran variedad de ropa y modelos para protegerse del sol, mientras se disfruta de un cálido verano, sin exponerse a los peligros de tomar el sol.
3.- Llevar gafas de sol y sombrero y así protegerse del sol
La protección de la cabeza, el cuello y la cara es primordial. El exceso de luz solar puede dañar severamente nuestra piel, labios y ojos.
Siempre es recomendable usar gafas de sol cuando estés al aire libre. Los rayos del sol se reflejan en el agua, la nieve, la arena y otras superficies que pueden dañar tus ojos.
Asegúrate de buscar gafas de sol con protección UV (etiqueta «UV-A/UV-B»). Es posible que necesites distintos tipos de lentes en función de lo que hagas al sol -como conducir o esquiar- y del lugar donde vivas, ya que la intensidad de los rayos solares varía de un lugar a otro.
De igual manera, es muy recomendable usar un sombrero de ala ancha para protegerse del sol, que cubra tu cabeza, cara y cuello de los efectos de los rayos solares.
4.- Evita estar al sol cuando es más fuerte
Hay momentos del día en que las emisiones solares son más fuertes que en otros. Por eso, lo recomendable, es evitar, en la medida de lo posible, la exposición directa al sol entre las 10 y las 16 horas, cuando los rayos UV son más intensos.
Nuestro consejo en este punto, para protegerse del sol, es aprovechar los primeros rayos solares de la mañana, o al final de la tarde cuando ya no es tan fuerte.
5.- Hidratación, uno de los más importantes aspectos para protegerse del sol
La hidratación es esencial para protegerse del sol. El agua en el cuerpo te ayuda a mantenerte fresco, transporta los nutrientes y el oxígeno por todo el sistema y elimina los residuos.
Cuando estás deshidratado, tu piel se broncea menos uniformemente y puede quemarse más fácilmente.
Para mantenerse hidratado, debes beber mucha agua antes, durante y después de la exposición al sol.
También puedes aumentar tu consumo de líquidos comiendo ciertos alimentos con alto contenido en agua: frutas, como los melones, o verduras, como las espinacas.
Protegerse del sol, un hábito que debes mantener todo el año
El sol es algo hermoso, pero también puede ser muy perjudicial para la piel. Siguiendo estos sencillos tips, puedes protegerte de los dañinos rayos del sol sin renunciar al estilo ni a la comodidad.
Se acercan las vacaciones, y los cuidados en verano deben ser un poco más exhaustivos que el resto del año. Pues en esta época, los tiempos de nuestra exposición al sol se incrementan en gran medida.
Un sombrero o una gorra son siempre una buena opción para protegerse del sol, ya que ayudan a proteger la cabeza de las quemaduras y evitan los peligros del sol.
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