¿Has oído hablar alguna vez del tanatoturismo? Puede parecer un concepto morboso, pero en realidad es algo más que visitar lugares relacionados con la muerte. Este tipo de viaje experiencial se centra en lugares donde se celebran costumbres funerarias, se visitan lugares sagrados y se puede explorar la literatura relacionada con las tradiciones de la muerte. Desde explorar cementerios únicos en el mundo o asistir a acontecimientos como el Día de los Muertos en México, el tantaturismo puede abrir una perspectiva totalmente nueva a quienes estén interesados en comprender los rituales de la muerte y la cultura de todo el mundo. En esta entrada del blog, veremos qué es exactamente el tanatoturismo, exploraremos algunas actividades y destinos interesantes para practicarlo… ¡así que empecemos!
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¿Qué es el tanatoturismo y cuál es su origen?
El tanatoturismo, también conocido como «turismo oscuro», es un concepto relativamente novedoso que ha surgido en las últimas décadas.
Consiste en visitar y aprender más sobre lugares asociados a la muerte, la destrucción y el sufrimiento, como campos de batalla, cementerios, prisiones y lugares conmemorativos. En algunos casos incluso implica recorrer antiguos campos de exterminio. Aunque a algunas personas les pueda parecer insensible, el tanaturismo es ante todo una experiencia emocional que puede proporcionar un importante recordatorio de las consecuencias de la guerra, la violencia y la injusticia. Hoy en día, con la ayuda de la globalización, el tanaturismo se ha convertido en una industria en auge en algunas partes del mundo.
Sin embargo, algunos sostienen que contribuye a dar un carácter sensacionalista a la muerte y la destrucción con fines lucrativos, sin la debida atención ni respeto por las víctimas o sus familias.
¿Dónde practicar tanatoturismo?
Entre los destinos populares del tanatoturismo en todo el mundo se incluyen cementerios, monumentos conmemorativos, tumbas, criptas y catacumbas.
Campos de la muerte de Camboya
Los campos de exterminio camboyanos son un sombrío recordatorio de una época oscura de la historia. Y es que entre 1975 y 1979, se calcula que unas 3 millones de personas fueron asesinadas por los Jemeres Rojos. En este campo se dividían a las víctimas por clases en aptos para trabajos forzados, enfermos y ancianos, e «indeseables», que eran ejecutados inmediatamente.
Los visitantes de estos lugares pueden hacerse una idea de cómo empezó y evolucionó esta tragedia, al tiempo que presentan sus respetos en un lugar donde se produjo tanto sufrimiento humano.
Auschwitz
Pocos lugares internacionales ofrecen más potencial turístico que los Campos de Concentración de Auschwitz. En el campo reina una atmósfera sombría que proporciona a los visitantes una experiencia visceral de los atroces actos cometidos durante la II Guerra Mundial. Recorrer los campos puede resultar emotivo para algunos, pero para quienes buscan profundizar en la historia, es una oportunidad excepcionalmente educativa.
Auschwitz ha experimentado una impresionante transformación, pasando de ser un lugar oscuro a uno que educa y recuerda a las víctimas del Holocausto. Este lugar sirve como recordatorio de que tales atrocidades no deben repetirse jamás.
Aokigahara
Aokigahara, también conocido como el «Mar de Árboles» o el «Bosque de los Suicidios», situado en la base del monte Fuji en Japón, es uno de los principales destinos del tanaturismo.
Es un lugar lleno de historias de muerte y el peligro que ambas entrañan. El bosque ha existido desde la antigüedad, cuando se creía que era el hogar de los yokai, unos monstruos fantasma. El gobierno japonés trata activamente de evitar que la gente se suicide en el bosque y coloca señales por toda la zona con la esperanza de disuadir a la gente de quitarse la vida. Sin embargo, esto no ha impedido que los turistas vayan allí, sino que han visto una oportunidad de aprender más sobre la muerte.
Chernobyl: Pripyat
La ciudad de Pripyat, situada cerca de la central nuclear de Chernóbil, se ha convertido en un faro para los entusiastas del tanatoturismo.
Representando uno de los peores desastres provocados por el hombre de la historia, las modernas ruinas de Pripyat se han convertido en inquietantes recordatorios de la destrucción y de los oscuros secretos que acechan tras cualquier dependencia de la tecnología. Quienes visiten esta antigua «Ciudad Fantasma» podrán explorar diversos lugares abandonados, desde hospitales hasta parques de ocio llenos de atracciones corroídas y réplicas ruinosas.
Hiroshima y Nagasaki (Japón)
En 1945, estas ciudades fueron destruidas por las bombas atómicas lanzadas por las fuerzas estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. Este acontecimiento costó cientos de miles de vidas y dejó heridas y cicatrices físicas y psicológicas.
Visitar estos lugares hoy en día no sólo es un sombrío recordatorio de los horrores de la guerra, sino que también permite reflexionar sobre el poder de la resiliencia, ya que Hiroshima pasó de ser un paisaje urbano sin vida a un centro urbano activo en tan sólo unas décadas. Tanto si te detienes en el Parque Conmemorativo de la Paz como si visitas el Museo de la Bomba Atómica, un viaje a Hiroshima y Nagasaki debería encabezar la lista de cualquier viajero que desee dedicarse al tanaturismo.
Los destinos más famosos para practicar tanatoturismo
Viajar a lugares asociados con la muerte y el sufrimiento puede no parecer las vacaciones ideales para la mayoría de la gente. Pero para algunos, el tanatoturismo puede ser una forma significativa de conectar con la historia y la experiencia humana. Si te interesa explorar este tipo de destinos, hay varios lugares en todo el mundo que ofrecen oportunidades para hacerlo. Para más artículos sobre lugares fantasma para viajar, visita nuestra web, No Te Lo Pierdas.