Casi todo el cine merece la pena, ya sea por un motivo u otro; pero lo que se puede considerar como grandes películas no hay tantas, y mucho menos que dejaran una huella imborrable que sigue vigente. Si deseas hacerte tu propio festival en casa con lo mejor que se ha rodado nunca, no dejes de revisar la selección de clásicos del cine que hemos realizado.
A lo largo de la historia del cine se han grabado multitud de filmes, unos con mejor factura que otros. De entre todos ellos, hay algunas creaciones que han destacado especialmente por ser un conjunto fantástico en todo lo que importante: buen guion, excelente dirección, actores que ejecutan su trabajo a la perfección, banda sonora espectacular, fotografía perfecta, y un largo etcétera que permiten considerarlas como películas imprescindibles para todo buen cinéfilo.
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Esta es una realidad inmutable. Pese a lo que se pueda decir y existiendo películas clásicas que no han sido galardonadas con ninguna estatuilla, es complicado encontrar alguna imprescindible que no tenga algún premio, aunque sea de los que se consideran como técnicos.
Entre las mejores películas que jamás se han rodado pueden existir sorpresas y que existan títulos que no son especialmente conocidos. Sin embargo, su calidad por diferentes motivos está fuera de toda duda. Además, es importante tener en cuenta que cada persona tiene un gusto diferente, y puede que valore más un título que otros, aunque sea por el tipo de cinta. No obstante, las grandes películas, esas que no se olvidan, hacen que todos más o menos estén de acuerdo… como ocurre con la música clásica de Mozart, por poner un ejemplo.
Te vamos a mostrar una selección de grandes películas que se han rodado desde la primera película de la historia. Esta se considera que es La salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon de 1895… por lo que ya ha llovido. Las hay de todo tipo, pero es seguro que si te decides a verlas todas comprobarás que tienen algo que las hace especiales.
Rodada por Francis Ford Coppola en el año 1972, esta historia de la mafia cuenta con dos actores que estuvieron magistrales: Al Pacino y Marlon Brandon. Es una adaptación de la obra de Mario Puzo y muestra la tradición que tenían las familias de la Cosa Nostra. Además tiene un guion espectacular. También su banda sonora es de lo mejor que se ha grabado entre las grandes películas de la historia.
No es un título especialmente conocido, pero la factura de este filme de Sidney Lumet es impresionante. Con un conjunto de actores que sacaron el máximo partido a sus personajes, dos destacan frente al resto: Henry Fonda y Lee J. Cobb. Este drama judicial supuso un punto de inflexión en la forma en la que se trabajan los primeros planos.
Seguro que Sergio Corleone no pesaba en las altas costas que alcanzaría este western de bajo presupuesto; pero que tiene una gran cantidad de buenos detalles que lo hicieron único. Un ejemplo es su banda sonora o su ritmo perfectamente medido para que el espectador siempre tenga algo que revisar, pero que no le aleja de la trama. El actor Aldo Giuffrè está espectacular, superando a Clint Eastwood y Lee Van Cleef, y su canción principal es mítica… tanto que la utiliza el grupo Metallica para comenzar sus conciertos.
Entre las grandes películas de la historia del cine esta se hace un hueco por méritos propios. El recorrido que hace por la sociedad norteamericana es espectacular; y siempre con una trama que te lleva exactamente al sitio donde quiere el director (Robert Zemeckis). El actor Tom Hanks se confirmó como una gran estrella en el papel principal, y tiene todo para pasar un rato estupendo a la espera de escuchar ese “la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar”. Fantástica.
Drama, comedia… Es difícil catalogar a esta excelente creación que es absolutamente mítica gracias a una gran fotografía y un buen guion… que se corona con una banda sonora excelente más allá de su tema principal (que es tan conocido como el cumpleaños feliz). El director Victor Fleming sacó un partido excepcional de Vivian Leigh y Clark Gable. Es de esas que siempre se debe ver en navidades.
Ver esta película de Akira Kurosawa es realizar un curso intensivo de dirección en el tiempo que dura la cinta. Rodada en el año 1954, su composición completa es espectacular sin tener que recurrir a grandes alardes técnicos (que, evidentemente, no existían). Y, sin duda, es la base de lo que posteriormente en Hollywood utilizaron para sus westerns. Es fascinante entre las grandes películas, pero requiere de un poco de paciencia.
Pese a que casi todos los premios se los llevó la tercera entrega, no hay que desmerecer a ninguna de las creaciones que componen esta trilogía. El director Peter Jackson se superó al componer una saga que tiene un ritmo excelente y que es una buena muestra de lo que tenía en su cabeza Tolkien. La fotografía y banda sonora es prácticamente inigualable, y los actores hacen bien su trabajo, pero destacan especialmente dos: Ian Mckellen y Bernard Hill. Otras cosas para destacar son su vestuario y efectos especiales.
No podía faltar en esta lista la creación de Frank Capra, donde James Stewart comenzó a dejar ver lo que llegaría a ser en el futuro: uno de los mejores actores de la historia del cine. Esta es de las grandes películas por méritos propios, ya que no se debe caer en la primera sensación que deja debido a que generalmente es simplista debido a que es una comedia. Sus tramas tienen mucho más que se debe saborear.
Convertir un campo de concentración en un lugar en el que un niño puede estar es algo que a pocos se les podía ocurrir, pero Roberto Benigni se atrevió con ello y gestionó una obra maestra del cine. Él es el actor principal, pero se acompaña por un reparto muy bueno donde destaca Nicoletta Braschi que no tiene el reconocimiento que se merece. El tono de comedia que tiene no lo es tanto y por ese camino te lleva una de las grandes películas de siempre.
Alfred Hitchcock creó una de las grandes películas donde el terror y la tensión se mezclan de una forma tal que deja impactado si se sumerge el espectador en este film, que es una demostración plano tras plano de lo que era capaz este director. Los actores Anthony Perkins y Janet Leigh están enormes, y consiguen sin grandes artificios llevar a todos al punto al que desean, que no es otro que la presión psicológica.
Como ya hemos visto, no todas las grandes películas son auténticas películas clásicas. Algunas son más modernas, que han demostrado que el cine no deja de sorprendernos. Si te consideras un auténtico cinéfilo, no debes perderte nuestra sección sobre cine. ¡Te encantará!
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